Una urgencia pediátrica es una situación que pone en riesgo la vida, salud o funcionalidad de un niño y que requiere atención médica inmediata. Estas urgencias pueden ser causadas por enfermedades, accidentes, fiebre alta, dificultad para respirar, entre otros factores.
En muchas ocasiones, los padres asisten a urgencias por situaciones que podrían haberse resuelto en un centro ambulatorio o con una videollamada al pediatra. Por eso, es importante saber reconocer los síntomas que sí ameritan atención inmediata.
Principales motivos para acudir al servicio de urgencia con nuestros hijos
1. Fiebre alta persistente
La fiebre es uno de los motivos más comunes de consulta. Sin embargo, no siempre es señal de algo grave. Debes acudir a urgencias si:
- Tu bebé menor de 3 meses tiene fiebre superior a 38 °C.
- Tu hijo mayor de 3 meses tiene fiebre superior a 39 °C que no cede con antipiréticos (paracetamol o ibuprofeno) y se mantiene más de 48 horas.
- La fiebre viene acompañada de letargo, rigidez en el cuello, vómitos persistentes o convulsiones.
- El niño presenta manchas en la piel que no desaparecen al presionarlas.
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2. Dificultad para respirar
Uno de los signos de alarma más importantes. Debes llevar al niño a urgencias si:
- Tiene respiración rápida o entrecortada.
- Hace un esfuerzo excesivo al respirar (se le hunden las costillas).
- Presenta ruidos al respirar, como silbidos o estridor.
- Tiene labios o uñas azuladas, lo que puede indicar falta de oxígeno.
Estos signos pueden estar relacionados con asma, bronquiolitis, neumonía u otras infecciones respiratorias graves.
3. Golpes o traumatismos
Los niños son muy activos y los accidentes ocurren con frecuencia. Sin embargo, es importante identificar cuándo una caída requiere atención médica inmediata:
- Pérdida de conocimiento, aunque sea breve.
- Vómitos repetidos después del golpe.
- Desorientación, confusión o somnolencia excesiva.
- Heridas abiertas profundas o con sangrado que no cesa con presión directa.
- Dolor intenso en una extremidad o incapacidad para moverla.
4. Convulsiones
Una convulsión puede ser aterradora, especialmente si es la primera vez. Debes ir a urgencias si:
- La convulsión dura más de 5 minutos.
- El niño no recupera la conciencia después de convulsionar.
- La convulsión se acompaña de fiebre y el niño tiene menos de 6 meses o más de 5 años.
- Es la primera vez que convulsiona.
Es fundamental no intentar detener los movimientos del niño durante la convulsión y colocarlo de lado para evitar atragantamiento.
5. Deshidratación grave
La deshidratación puede surgir tras vómitos, diarrea o fiebre. Los signos de alerta incluyen:
- Boca seca.
- Ojos hundidos.
- Llanto sin lágrimas.
- Disminución o ausencia de orina (pañal seco por más de 6-8 horas).
- Somnolencia o irritabilidad extrema.
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6. Atragantamiento
Si tu hijo se atraganta con comida u otro objeto y:
- No puede respirar o hablar.
- Tiene la cara azulada.
- Tiene tos intensa y no logra expulsar el objeto.
En ese caso, se debe actuar rápidamente con la maniobra de Heimlich si sabes cómo hacerla, y acudir de inmediato a urgencias.
7. Reacciones alérgicas severas
Una anafilaxia es una reacción alérgica grave que requiere atención urgente. Los signos incluyen:
- Dificultad para respirar.
- Hinchazón en labios, cara o lengua.
- Ronchas o urticaria generalizadas.
- Mareo o pérdida de conciencia.
Estas reacciones pueden ser provocadas por alimentos, picaduras de insectos o medicamentos.
8. Dolor abdominal intenso
El dolor abdominal en los niños es común, pero debes acudir a urgencias si:
- El dolor es intenso y constante.
- Se localiza en el lado derecho inferior del abdomen (puede ser apendicitis).
- Viene acompañado de vómitos, fiebre o abdomen rígido.
9. Ingesta de sustancias tóxicas
Si tu hijo ha ingerido accidentalmente medicamentos, productos de limpieza, pilas, alcohol o cualquier otro tóxico, acude a urgencias inmediatamente aunque no presente síntomas. No induzcas el vómito sin indicación médica.
¿Qué no es una urgencia pediátrica?
Hay síntomas que aunque preocupantes, no ameritan acudir al servicio de urgencias si no se acompañan de signos de alarma:
- Fiebre controlada con antipiréticos.
- Resfriados comunes sin dificultad respiratoria.
- Vómitos o diarrea leves sin signos de deshidratación.
- Dolor de garganta leve.
- Erupciones leves sin otros síntomas.
En estos casos, se recomienda contactar con el pediatra de cabecera o programar una consulta médica. Muchos centros ofrecen atención telefónica o virtual que puede ayudarte a decidir.
¿Cómo prepararte para una visita a urgencias?
Si decides llevar a tu hijo al servicio de urgencia, ten en cuenta lo siguiente:
- Lleva su documento de identidad y carnet de vacunas.
- Ten a la mano información sobre medicamentos que está tomando y enfermedades previas.
- Anota el inicio de los síntomas y cómo han evolucionado.
- Mantén la calma y transmite seguridad al niño.
Consejos para evitar visitas innecesarias a urgencias
- Aprende primeros auxilios básicos, como manejo de fiebre, maniobra de Heimlich o control de heridas.
- Ten un botiquín de primeros auxilios en casa.
- Establece una relación cercana con el pediatra de cabecera para resolver dudas.
- Usa aplicaciones o portales de salud confiables para guiarte antes de acudir.
- Enseña a los niños medidas de prevención de accidentes.
Saber cuándo acudir al servicio de urgencias con nuestros hijos es clave para actuar de manera rápida y efectiva, sin caer en la sobreutilización del sistema de salud. La vigilancia activa y el conocimiento de los síntomas de alarma pueden marcar una gran diferencia.
Recuerda que ante la duda, es mejor consultar con un profesional. Sin embargo, tener criterios claros ayuda a tomar decisiones más informadas, reduce la ansiedad y mejora la atención que reciben nuestros hijos.