Desde 1993, Chile no ha registrado casos autóctonos de sarampión, un logro significativo que posiciona al país como un ejemplo en el control de enfermedades infecciosas. Sin embargo, en un mundo globalizado donde los viajes internacionales son frecuentes y donde algunos países aún enfrentan brotes, la amenaza del sarampión sigue latente. Por ello, el Ministerio de Salud ha decidido reforzar su plan de acción para evitar cualquier posible reintroducción del virus en el territorio nacional.
El jefe del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, Jorge Vilches, ha subrayado la importancia de mantener y fortalecer las barreras de protección contra esta enfermedad. “El Programa Nacional de Inmunizaciones contempla la vacunación contra el sarampión para todos los niños y niñas del país que tengan 12 meses, y un refuerzo de esta misma vacunación a los 36 meses”, señaló.
Además, se ha implementado una campaña de puesta al día dirigida a escolares de primero y segundo básico que no cuenten con su esquema completo de vacunación. Esta medida busca cerrar posibles brechas de inmunización en los menores y evitar que se conviertan en una población susceptible.
Vacunación para adultos nacidos entre 1971 y 1981
Un llamado especial ha sido dirigido a las personas nacidas entre los años 1971 y 1981. Según el Ministerio de Salud, este grupo etario podría presentar esquemas de vacunación incompletos o no contar con registros claros de su estado inmunológico frente al sarampión. Por esta razón, se les solicita acudir a cualquier vacunatorio, ya sea público o privado en convenio con las SEREMI de Salud, para verificar su estado vacunal y recibir la dosis correspondiente en caso necesario.
Esta acción es crucial para reforzar la inmunidad colectiva del país, ya que el sarampión es altamente contagioso y basta un solo caso importado para desencadenar un brote si existen personas no inmunizadas.
¿Qué es el sarampión y por qué es tan peligroso?
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite principalmente por contacto directo con secreciones respiratorias infectadas o, en menor medida, por diseminación aérea. Entre sus síntomas se encuentran fiebre alta, tos, congestión nasal, conjuntivitis y, posteriormente, una erupción cutánea maculopapulosa que puede durar entre 4 a 7 días.
Las complicaciones del sarampión no son menores. Entre las más frecuentes están la otitis media, la laringotraqueobronquitis, neumonía y diarrea. En casos más graves, aunque poco comunes, puede provocar encefalitis, una inflamación del cerebro que puede dejar secuelas permanentes o incluso causar la muerte.
Estrategia de vacunación en Chile
La estrategia nacional contempla la aplicación de dos dosis de la vacuna triple vírica SRP (sarampión, rubéola y parotiditis). Esta protección inicia en la infancia, con una dosis a los 12 meses y un refuerzo a los 36 meses. No obstante, se han diseñado medidas adicionales para situaciones especiales, como los viajes internacionales.
Vacunación para viajeros
El Ministerio de Salud también ha dispuesto una estrategia específica para viajeros al extranjero, dada la circulación del virus en otros países:
- Lactantes entre 6 y 11 meses y 29 días: deben recibir una dosis de la vacuna SRP antes del viaje. Esta dosis no será considerada válida para el esquema regular, por lo que se requerirá que igualmente reciban sus dosis a los 12 y 36 meses.
- Niños y niñas desde los 12 meses: si tienen solo una dosis previa, deberán recibir una segunda antes de viajar, con un intervalo mínimo de cuatro semanas entre ambas.
- Niños, niñas y adolescentes: se recomienda que cuenten con dos dosis completas de SRP antes de viajar fuera del país.
- Estudiantes y trabajadores: que necesiten acreditar su vacunación en el extranjero pueden solicitar su certificado en los vacunatorios públicos y privados en convenio, según lo estipulado en el Ordinario B 27, N°127 del 7 de enero de 2022.
Una responsabilidad compartida
El éxito del control del sarampión en Chile ha sido posible gracias al compromiso tanto del Estado como de la ciudadanía. No obstante, para mantener esta situación es vital no bajar la guardia. La vacunación no solo protege al individuo, sino también al conjunto de la sociedad, especialmente a quienes por motivos médicos no pueden recibir la vacuna y dependen de la inmunidad colectiva para estar a salvo.
El Ministerio de Salud reitera su llamado a revisar los calendarios de vacunación, acudir a los vacunatorios ante cualquier duda y reforzar el esquema si es necesario. Solo con un esfuerzo conjunto será posible mantener al sarampión fuera de nuestras fronteras.